Nelson Lombana Silva
A pesar de la dura represión policial y militar en el norte del Tolima, los campesinos de esta extensa región sienten la necesidad y el deber de sumarse al paro nacional agropecuario y popular que ya prácticamente entra en su octavo día.
Conciencia y necesidad de exigir sus derechos son dos elementos que se combinan, según el concejal Esneider Prieto que hacen que en las próximas horas cientos de campesinos se movilicen hacia las principales carreteras para protestar y exigir lo que el sistema capitalista les ha negado secularmente.
Critica el concejal del municipio de Líbano, Tolima, la postura de la mayoría de los alcaldes y concejales que en campaña suelen decir con aspaviento que están dispuestos a defender los intereses de los campesinos y a representarlos dignamente, pero en la práctica no es así, señala el edil Esneider Prieto.
En ese sentido, el pueblo debe organizarse y asumir una posición patriótica, pues no es justo que la mejor tajada del presupuesto nacional sea para la guerra y una ínfima parte para los campesinos. Estadísticas así lo indican.
La página web: www.pacocol.org habló brevemente con el concejal y esto dijo:
– Concejal Esneider Prieto, ¿Cómo se viene desarrollando el paro nacional agropecuario y popular en el norte del Tolima?
El paro ha comenzado a surtir efecto, porque vemos la movilización de la gente a pesar de las represalias de parte del gobierno nacional y de parte de las organizaciones que entre comillas dicen representarnos. Han intentado por todo los medios silenciar y torpedear el paro, pero nos hemos dado cuenta que por el contrario, los ciudadanos y nuestros campesinos empiezan a tomar conciencia, a reflexionar y a darse cuenta de que el problema que tenemos con el agro es muy grande.
Esta semana hablábamos con algunos campesinos preocupados viendo cómo el gobierno nacional destina el 1.3 por ciento de su presupuesto nacional únicamente para el agro y para el ministerio de defensa destina el 18 por ciento. Yo les decía a ellos que si les sumamos a ese 18 por ciento, el presupuesto del ministerio de justicia, que es como un hijo chiquito del ministerio de defensa, nos daremos cuenta que alrededor del 40 por ciento de nuestro presupuesto nacional, es decir, de la plata del pueblo, la están destinando para la guerra que sufre Colombia hace más de 60 años.
Por otro lado, estamos contentos porque en nuestro punto de encuentro que ha sido el municipio de Armero – Guayabal, nos hemos dado cuenta cómo a través de la motivación que hemos venido dando allí con sostenernos un grupo de personas, nos hemos dado cuenta como aumenta ese número a diario; llegan y llegan campesinos de todas partes del norte del Tolima y es así que los presidentes de las juntas de acción comunal de las distintas veredas han empezado a motivar y a llamar a sus comunidades para que salgan a protestar.
Lamentamos, que las cosas se den en un país donde hay una constitución que habla claramente de unos Derechos, pero estos se ven vulnerados. Es lamentable. Todo el mundo sabe que es el mismo gobierno el que nos ha presionado para ir a protestar. Hasta ahora, el que ha venido bloqueando las carreteras del departamento ha sido la fuerza pública, a través del abuso de autoridad. La protesta es un derecho constitucional y el gobierno nos lo está negando.
También nos preocupan muchísimo cómo los mandatarios locales (Alcaldes) e incluso, concejales que fueron elegidos por el voto de nuestros campesinos, no han mostrado su inconformidad y no le han dado el apoyo que se merece para la protesta. Es preocupante. Ellos en campaña hicieron grandes promesas y dicen que son la voz del pueblo, que van a representar los intereses del pueblo, pero en la práctica eso no es cierto. Si hay algo justo es precisamente este paro nacional agropecuario y popular. Estos mandatarios han ayudado es a intimidar y a presionar a los campesinos para que no salgan a hacer uso del derecho a la protesta.
– ¿Hay amenazas contra los líderes del paro en el norte del Tolima?
Sí, desafortunadamente hemos recibido amenazas de muerte y hemos sido víctimas de intimidaciones por parte de la fuerza pública, donde dicen que en el momento que se den vías de hecho, van a empezar a judicializarnos. Sin embargo, es bueno decir que no tenemos líderes visibles en el norte porque todos somos líderes y todos vamos a salir a exigir nuestros derechos si el gobierno se empecina en ignorar las justas reclamaciones de los campesinos.
El gobierno nacional a través de su fuerza pública quiere montar falsos positivos. Esa es la realidad. Un campesino se atreve a bloquear una vía, no porque le plazca, sino como respuesta a la injusticia de un Estado corrupto, cargado de burocracia, cargado de negligencia e impotente para desarrollar políticas que les den solución a los campesinos y colombianos en general.
– Hace seis días que comenzó el paro, pero usted dice que a partir de la fecha comienza en forma en el norte del Tolima. ¿Cuáles son sus argumentos?
Como han podido observa en el municipio de Líbano, Tolima, es grande la cantidad de presidentes de juntas de acción comunal, que han comenzado a despertar su conciencia y han empezado a decir a sus comunidades en las distintas veredas de que se organicen y comiencen a salir a las vías, a marchar para que el gobierno sepa que el pueblo se está organizando e irá hasta las últimas consecuencias.
Decimos que lleva el paro seis días, dura represión en el país, por eso los campesinos han ido entendiendo la necesidad de la solidaridad y de salir a defender sus derechos. Así las cosas, tengamos claro que ahora el paro arranca en el norte del Tolima.
