viernes, abril 19, 2024
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A pesar de la dura represión el paro se mantiene en el Tolima

Nelson Lombana Silva

A pesar de la posición ambigua de algunas organizaciones frente al paro nacional agropecuario y popular, éste se sostiene en el departamento de Tolima con decisión y coraje. Y aunque algunas de estas organizaciones escasamente movieron una parte de su directiva, miles de campesinos tolimenses están en pie de lucha. Fueron las pequeñas organizaciones comprometidas directamente con los intereses del campesinado y de la salud, las que se han prodigado a fondo para hacer que exista la protesta en esta parte del país.

Foto: Colombia Travel via photopin cc
Foto: Colombia Travel via photopin cc

La fuerza de la protesta se ha concentrado hasta estos momentos en un pequeño corregimiento llamado Castilla perteneciente al municipio de Coyaima, uno de los municipios del sur del departamento más abandonado por los gobiernos y donde las necesidades básicas insatisfechas superan el 70 por ciento. Castilla – por ejemplo – no tiene alcantarillado ni agua potable en pleno siglo XXI. Sin embargo, el presidente Santos dice que este es un paro injusto. Es más: seudorrevolucionarios le jalan al oportunismo y a la conciliación para sacar dividendos personales o cuando más grupistas.

Como el pueblo es superior a sus dirigentes, bien lo dijera el mártir del 9 de abril de 1948, Jorge Eliécer Gaitán Ayala, campesinos, indígenas y obreros de la salud persisten en la lucha y exigen del gobierno nacional una mesa departamental para discutir su problemática y exigir soluciones. Basta ya de promesas e hipócritas declaraciones de prensa. El pueblo exige ante todo: Hechos.

La protesta ubicada en esta región llana y polvorienta con temperaturas que superan en muchos casos los 38ºC ha sido villanamente atacada por la policía Esmad y el ejército. No han respetado ni los niños, ni los ancianos, ni lo lisiados, ni las mujeres embarazadas. Al decir de los manifestantes son “hienas humanas sin dios y sin ley”. La gran paradoja: Pueblo contra pueblo.

El campesino no miente, es honesto y transparente; dice lo que ve y siente con toda naturalidad y sin exageraciones. La fuerza pública allí, ha acudido al helicóptero para lanzar gases lacrimógenos, balas de aturdimiento e incluso, ráfagas de armas de largo alcance. Es el típico “terrorismo de Estado”. El gobierno tiene mucha plata para la represión, la corrupción y la publicidad y poca para la inversión social y el agro, principalmente. Darío Arismendi, periodista del establecimiento, militarista y reaccionario, dijo esta mañana: “Es una bobada decir que el paro está infiltrado por la guerrilla”. Eso que lo diga ese personajes de marras es muy diciente y significativo. El pueblo colombiano está en la protesta por necesidad social, económica y política.

El rumor ayer en el sur del Tolima era que el ministro de agricultura llegaba a instalar la mesa de diálogo y discusión del pliego petitorio. Pasó el día y nada. Los campesinos siguen esperando al calor de la lucha y la resistencia. “La gente está muy indignada con las palabras que dijo el presidente el domingo, que no había paro. La comunidad le demostró ayer que sí hay paro en el Tolima”, dijo un campesino a los medios de comunicación que timoratamente informan.

En este sitio de Castilla hay numerosas delegaciones de casi todos los 47 municipios del Tolima, especialmente de Planadas, Ortega, Chaparral, El cañón de las hermosas, Ambalema, Rioblanco, Purificación, Dolores, Alpujarra, Prado, Coyaima, Natagaima, Ataco, etc. La gente sigue llegando, en la medida que puede romper el cerco policial y militarista que se ha impuesto para impedir la libre locomoción de los campesinos y campesinas.

También hay expectativa por lo que pueda hacer los campesinos del norte del Tolima, muchos de ellos, se han desplazado hasta el cruce del Líbano y se espera que en el transcurso de los próximos días más labriegos se sumen a la protesta agraria y popular. “Solo así, es posible tomar acciones más contundentes”, dijo líder campesina de la vasta zona.

Así las cosas, el paro nacional agropecuario y popular en el Tolima es una realidad. Seguramente en los próximos días se radicalizará más porque campesinos y campesinas descienden de las empinadas cuestas sorteando las barricadas de la represión para impedir su paso. Por el lado de Coello hay cerca de 200 labriegos intentando llegar al Federico Lleras Acosta a apoyar los trabajadores de la salud. “Si no es ahora, entonces, ¿Cuándo?”, dijo un campesino de China Alta, municipio de Ibagué, Tolima.

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